Srinagar Old Town

Luego de atravesar la región budista de [poi=104668]Ladakh[/poi], entrar en la conflictiva Srinagar, capital del estado de Jammu-Kashmir, es un golpe a los sentidos. Trato de no mirarlos, me digo que no existen; aquí hay tantas otras cosas para ver. Pero es imposible abstraerse, no sólo los soldados están en todas partes, se los huele como si fueran pólvora, el aire de Srinagar está enrarecido por su intensa presencia. Camino por una vereda cerrada a un lado por alambradas de púa, paso por delante de un tanque camuflado y no dejo de preguntarme si estará bien andar por allí, si no recibiré un tiro o quedaré detenida por hacer lo que no se debe hacer. La gente de Srinagar está acostumbrada a la presencia militar y funciona como si no existiera. La mayoría odia a los soldados y en secreto ansía que Kashmir se separe de India, pero también recuerda los años de crudos enfrentamientos entre grupos separatistas y el gobierno indio, época en que no podía salir de sus casas por la cantidad de atentados que había en la ciudad. Srinagar no es la India que yo vengo imaginando desde hace años; será que es absolutamente musulmana, que está muy al norte, que su conexión con Pakistán ha sido siempre íntima. Por primera vez, además, me enfrento con el caos urbano de este país. Tráfico intenso, velocidad desorbitada, ni un agente que dirija o controle el tránsito, poquísimos semáforos que nadie, nadie, nadie respeta, bocinazos constantes, más de cinco minutos intentando cruzar una calle. Lo que más impresiona es el nulo respeto que se tiene por el peatón. Ser peatón en India es como ser un descastado, un innombrable. Las motos, los rickshaws, las bicicletas, los autos y camiones te apuntan como si quisieran matarte. Más allá del absoluto desorden, Srinagar tiene varios tesoros difíciles de igualar. Uno de ellos es su espectacular y milenaria industria textil, que fabrica las más delicadas telas, famosas en el mundo entero. Las tiendas que las venden son como cuevas mágicas con el piso cubierto de colchones blancos a donde se entra siempre descalzo. Una se sienta y se queda embobada mientras el vendedor despliega las maravillas que se producen en Kashmir. Color, color, brillos, transparencias, más color. Los otros tesoros de Srinagar son su [poi=104794]Dal Lake[/poi], un lago enorme y bellísimo, los [poi=104807]Mughal Gardens[/poi] y su pequeño [poi=104793]Old bazaar[/poi].

After crossing the Buddhist region of Ladakh, enter the restive Srinagar, capital of Jammu-Kashmir state, is a blow to the senses. I try not to look at them, I say no, here there are so many other things to see. But it is impossible to detach, not only the soldiers are everywhere, it's smells like gunpowder, Srinagar is rarefied air for its intense presence. I walk down a sidewalk closed on one side by barbed wire, step ahead of a camouflaged tank and I keep wondering if it will be fine walking around, if you do not receive a shot or stay stopped for doing what should not be done. The people of Srinagar are accustomed to the military presence and works like there. Most hates soldiers and secretly longs to separate Kashmir from India, but also remember the years of raw clashes between separatists and the Indian government, when he could not leave their homes by the amount of attacks that were in town. Srinagar India not imagining that I come for years, is that it is absolutely Muslim, which is far north, that their connection with Pakistan has always been intimate. For the first time, well, I face the urban chaos in this country. Heavy traffic, exorbitant rate, or an agent who directs or controls the traffic, very few traffic lights that nobody, nobody, nobody respects, constant honking, more than five minutes trying to cross a street. The most striking is the lack of respect you have for the pedestrian. Being a pedestrian in India is like being an outcast, an inexpressible. The bikes, rickshaws, bicycles, cars and trucks as if to suggest you kill. Beyond the absolute mess, Srinagar has several treasures hard to match. One is the spectacular and ancient textile industry, which manufactures the finest fabrics, famous worldwide. The stores that sell them are like magic caves with white mattresses covered floor to where it always goes barefoot. One sits and stays spellbound while the seller displays the wonders that occur in Kashmir. Color, color, brightness, transparency, more color. The other treasures are its Dal Lake Srinagar, a huge lake and beautiful, the Mughal Gardens and Old small bazaar.

La ciudad vieja, viejísima, de Srinagar es cuanto menos.., conflictiva, muy conflictiva. Después de un agradable paseo por las diferentes mezquitas de la ciudad nos metimos de lleno en una manifestación-protesta por la muerte de un joven a manos de la policía en los días anteriores a nuestra llegada. Fijaros como serían las cosas que al final,enseñando las cámaras y diciendo que éramos periodistas europeos nos sentimos más protegidos al lado de los que protestaban. Después de pasar el pequeño conflicto y con el susto todavía en el cuerpo, ya me atreví a grabar el inolvidable paseo por las calles de la "ciudad vieja de Srinagar", todo un viaje en el tiempo. Imágenes que no tienen ningún desperdicio. Aquí, con mi amiga Nadish, francesa que conocí en el bus que me trajo hasta Srinagar; excelente mujer, aventurera y valiente; cruzaba Asia de este a oeste sola, acompañada únicamente de su sonrisa y su sinceridad...

The old, old city of Srinagar is the less .., troubled, very troubled. After a pleasant walk through the various mosques in the city we went straight into a rally-protest the death of a young man in police custody prior to our arrival day. Fijaros how things would in the end, showing the cameras and European journalists were saying that we feel more protected alongside the protesters. After passing the small conflict and the shock still in the body, I already ventured to record the unforgettable ride through the streets of "old city of Srinagar," a journey in time. Images that have no waste. Here, with my friend Nadish, French I met on the bus that brought me Srinagar; excellent woman, adventurous and brave; She crossing Asia from east to west alone, accompanied only by his smile and sincerity ...