Fragmento del Muro de Berlín

No demasiado lejos de la “Hallplatz”, en el centro de la ciudad alemana de Núremberg, se encuentra uno de los fragmentos del Muro de Berlín que han sido donados por la capital nacional a varias organizaciones tanto dentro de Alemania como en el extranjero. En el caso de Núremberg, este fragmento tiene un especial significado para locales y visitantes, ya que esta ciudad es considerada por historiadores como “la cuna del nazismo alemán”. Desde hace ya algunas décadas, el gobierno municipal de Núremberg ha hecho esfuerzos inmensos para quitarse de encima la vergonzosa asociación que se hace siempre entre Núremberg y el movimiento Nazi. Se han construido monumentos e incluso se ha promovido el lema de “La ciudad de los Derechos Humanos” para que cada vez más turistas visiten la ciudad no por el lado oscuro de su historia, sino por sus atractivos actuales. Una de las particularidades del Muro de Berlín es que cada uno de los fragmentos contiene una obra de arte distinta. Si bien hay pedazos que permanecieron con el color natural del hormigón, en la mayoría hay murales ideológicos o simplemente obras realizadas por artistas locales. En el caso del fragmento ubicado en Núremberg, resaltan sus colores vivos y –sobre todo- un dibujo del martillo y la hoz que tanto simbolismo cargaba durante uno de los períodos históricos más trágicos de la humanidad.

Not too far from the "Hallplatz" in the center of the German city of Nuremberg, it is one of the fragments of the Berlin Wall that have been donated by the national capital to various organizations both within Germany and abroad. In the case of Nuremberg, this fragment has a special meaning for locals and visitors, as this city is considered by historians as "the cradle of German Nazism". For some decades ago, the Nuremberg municipal government has made huge efforts to throw off the shameful association is always made between Nuremberg and the Nazi movement. Monuments have been built and has even promoted the slogan "City of Human Rights" so that more and more tourists visiting the city not for the dark side of its history, but its current attractions. One of the peculiarities of the Berlin Wall is that each fragment contains a work of art different. While there are pieces that remained with the natural color of the concrete, in most no ideological murals or simply works by local artists. In the case of fragment located in Nuremberg, they highlight its vivid colors and-above all-a drawing of the hammer and sickle that both symbolism carried during one of the most tragic historical periods of mankind.