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In Ollantaytambo, the town most...
En Ollantaytambo, el pueblo más ...
En [poi=81527]Ollantaytambo[/poi], el pueblo más precioso y mejor conservado del Valle Sagrado, la viajera y aventurera estadounidense Wendy Weeks compró, hace más de treinta años, el único hospedaje que en ese entonces había en el Valle.
Hoy El Albergue es una delicia donde dan ganas de instalarse para siempre. La casa conserva todo el encanto de cuando fue construida (a principios del 1900) aunque con las comodidades actuales.
El Albergue está ubicado en un sitio insólito: Pegado a la estación de trenes de [poi=81527]Ollantaytambo[/poi]. Esto, en vez de ser una contra, le da una magia muy particular. Por allí pasan los trenes azules y amarillos que van y vienen de Cusco y Machu Picchu, y escuchar sus pitidos al acecarse a la estación, ver el movimiento de viajeros de todas partes del mundo, y a los vendedores ofreciendo comida y artesanías a través de las ventanillas del tren, es como ser parte de una película. El hotel tiene un comedor donde sirven platos caseros, un encantador e inusual coffee-shop en el mismo andén de la estación, y un jardín antiguo y romántico donde es un placer echarse a leer o dormir una siesta. Pero su sello más notorio es Wendy. Su fascinante personalidad está presente en los coloridísimos y enormes cuadros que pinta y que cuelgan de las paredes blancas. Viajera, intrépida, aventurera, pintora... Escuchar su apasionante historia es una verdadera aventura.
In Ollantaytambo, the town most beautiful and best preserved of the Sacred Valley, the American adventurer traveling and bought Wendy Weeks, more than thirty years ago, the only accommodation at that time was in the Valley. Today The Gite is a delight where they want to settle for good. The house retains all the charm of when it was built (early 1900) but with modern conveniences. The hostel is set in a strange place: Next to the Ollantaytambo train station. This, instead of being a counter, giving you a very special magic. For there go blue and yellow trains that come and go from Cusco and Machu Picchu, and listen to beeps acecarse to the station to see the movement of travelers from all over the world, and offering food and crafts vendors through train windows, is like being part of a movie. The hotel has a dining room serving homemade food, a charming and unusual coffee-shop on the same platform of the station, and ancient and romantic garden where lie is a pleasure to read or nap. But his most notorious seal is Wendy. His fascinating personality is present in the coloridísimos and painting huge paintings and hanging from the white walls. Traveling, bold, adventurous, painter ... Hearing his gripping story is a true adventure.



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